¿Cómo limpiar grifos oxidados?
Sin embargo, los usuarios no tienen por qué temer, ya que es posible limpiar los grifos oxidados y dejarlos como nuevos, ayudándonos de diversos productos que podremos encontrar fácilmente por casa, y otros componentes químicos para los que deberemos acudir a una droguería o a una tienda especializada.
¿Por qué se forma óxido en la grifería?
La oxidación es un proceso químico en que se genera cuando existe una falta de electrones en átomos al entrar en contacto dos o más sustancias, lo que genera que el átomo del metal pase de un estado neutral a tener una carga positiva de iones cuando interactúa con el oxígeno. Este proceso genera el conocido óxido, una capa de color marrón rojizo que tiñe los objetos metálicos y que hace que estos se vean sucios y descuidados.
La humedad es una de las principales causas por las cuales aparece óxido en la grifería y sanitarios del hogar. Para evitar su aparición es importante realizar una limpieza periódica de los grifos y evitar en la medida de lo posible la acumulación de humedad en zonas como la cocina o el baño, ventilando la estancia y manteniéndolos secos.
Si no hemos cumplido con estos consejos y finalmente se ha formado óxido sobre la superficie de la grifería, podremos ayudarnos de diferentes métodos caseros o químicos, dependiendo del daño causado por la corrosión del metal, para poder limpiar por completo su superficie.
Técnicas para limpiar el óxido de los grifos
Existen diversos métodos para poder eliminar el óxido de nuestros grifos de forma eficaz. Dependiendo de la adherencia del óxido al grifo y de la amplitud de la superficie que se haya visto afectada, podremos optar por métodos caseros menos dañinos y sin peligro para la persona que vaya a realizarlos, o por otros métodos utilizando productos químicos que habrá que aplicar con mucho cuidado.
- Sal y limón: Cubre con sal la superficie del grifo que se haya visto afectada por el óxido. Exprime sobre ella el zumo de medio limón por encima. Deja reposar la mezcla durante aproximadamente una hora y frota después con la ayuda de un cepillo de cerdas metálicas o una esponja y aclara los restos con agua.
- Vinagre y limón: Al igual que en la anterior técnica emplearemos el zumo de medio limón para cubrir la superficie afectada por el óxido, y después limpiaremos el grifo con un paño humedecido con vinagre caliente y frotaremos hasta que desaparezca la mancha.
- Bicarbonato y limón: En este procedimiento sustituiremos la sal y el vinagre por bicarbonato, muy empleado para realizar todo tipo de arreglos de fontanería caseros. Mezclaremos en un bol dos cucharadas de bicarbonato y el zumo de medio limón, removiendo la mezcla hasta formar una pasta con la que cubriremos las manchas de óxido. Posteriormente frotaremos con la ayuda de un papel de lija o un cepillo de dientes para no dañar demasiado la superficie.
- Métodos químicos: Si la corrosión está muy avanzada y la mancha es muy difícil de eliminar, podemos recurrir a la ayuda de productos químicos que ponen las marcas de limpieza a nuestra disposición para limpiar el óxido de todo tipo de superficies, en especial la de los metales. Antes de utilizarlo, es muy importante que nos protejamos el cuerpo y el rostro para evitar que el producto salte hasta nuestra piel o nuestros ojos y pueda causarnos lesiones físicas.
Consejos para evitar la formación de óxido en los grifos
Para evitar que se forme óxido en la grifería, es muy importante limpiar a fondo los sanitarios después de utilizarlos. Por ejemplo, tras ducharnos o bañarnos deberemos secar por completo con la ayuda de una toalla todas las gotas que hayan quedado en los grifos para evitar que la humedad oxide la superficie metálica.
También debemos evitar que los grifos goteen constantemente, ya que esta acumulación de agua puede provocar la formación de óxido en la boca del grifo. La limpieza y el mantenimiento periódico nos ayudarán a que la superficie del grifo se vea en perfectas condiciones siempre, cuidada y brillante, evitando la oxidación.